Enfocar.
La vida nos va transformando,
o quitando formas quizás.
Estuve cavando mucho tiempo,
rasguñando con mis manos hasta el dolor,
enterrándome.
Entonces necesité alguien que me defendiera,
alguien que me diera amor,
y no vi a Dios.
En cambio,
encontré mucho más
y mis brazos cansados se alzaron a la luz.
Y fue un instante,
un cigarrillo, un puñado de tierra,
un cielo, un paisaje
que cambió todo.
Ser feliz sólo dependió de querer serlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Muy lindo angy, leí el último y extrañé characato a más no poder... es una droga dura ese lugar.
Publicar un comentario